Tradicional subida al pico Urbión y representación del Belén Viviente
Apenas 2 semanas después de la exitosa XVI Ovochorizada Matanza'25 -ya sólo nos quedan 3 localidades por visitar: las Quintanas Rubias de Abajo, Atauta y la propia San Esteban-...
¡Vuelven con fuerza las tradiciones navideñas y sanbureñas!
Como siempre el fin de semana anterior a la Navidad y como siempre la penúltima aventura del año... nos lanzamos a la conquista del pico Urbión y hacemos nuestra estelar representación del Belén Viviente.
Y por no desviarnos de la tradición... repetimos con la conocida travesía desde la Laguna Negra al pico Urbión, fuentes del Duero y bajada a Castroviejo, que al final resulta no ser tan conocida, dadas las circunstancias de esta aventura porque... en montaña es habitual encontrarse con lo inesperado.
Con una previsión metereológica poco favorable pero asumible, a eso de las 9 de la mañana nos hallamos 17 sanbures en el aparcamiento de acceso a la Laguna Negra dispuestos a la aventura en un día nublado pero nada frío.
Comenzamos a andar con brío y al poco nos recreamos con las vistas de las gélidas y calmadas aguas de la Laguna Negra. Remontamos por el barranco al mirador sin mayor dificultad, el terreno está húmedo pero sin presencia de nieve o hielo -todavía-.
Y justo al llegar al mirador es donde se nos tuerce la jornada. Arriba las condiciones empeoran y nos topamos con una niebla cerrada, el peor enemigo del montañero (aparte de los ronquidos en los refugios de montaña). Tres sanbures -el que escribe entre ellos- nos quedamos rezagados apenas 2 o 3 minutos. Lo suficiente para perder al resto del grupo, con tan mala suerte que ya nos volvemos a encontrar... hasta la cruz del Urbión horas más tarde.
Deambulamos unos minutos hasta dar con la senda que ve hacia la laguna larga. El paraje que en tantas ocasiones nos es familiar, con la intensa niebla -que apenas permite ver 50 metros en adelante- se vuelve desconocido. Un poco más adelante vemos unas pocas huellas pero nos damos cuenta de que no corresponden a un grupo numeroso, comprobamos unos minutos después que pertenecen a una pareja que ha llegado hasta allí desde la laguna. Han salido un poco a la aventura pero unos metros más arriba se convencen de que es mejor dar la vuelta. El viento es frío, el cielo se oscurece y comienza a nevar.
Llegamos al collado del los Llanos de la Sierra en lo alto del valle del Revinuesa y conseguimos comunicarnos con el resto del grupo que ha optado por seguir otra ruta a la izquierda de la nuestra por la Laguna Helada, con una subida más larga pero tendida hasta el portillón arenoso.
En el siempre complicado paso a media ladera antes de la Laguna Larga nos alcanza un grupo de montañeros del Burgo de Osma que también buscan subir al Urbión. Nos unimos a ellos y pasamos por la derecha la Laguna Larga cruzando las primeras aguas del río Revinuesa. Ahora nos toca una dificultosa remontada hasta el collado del Urbión, con tramos de nieve dura donde resbala la bota y nos hace sufrir un poco.
Por fin alcanzamos el collado y tras coger un poco de aire seguimos hasta la cruz donde nos encontramos con el resto de la expedición de sanbures que han llegado unos minutos antes.
Tras el encuentro y reunión con el resto los rezagados subimos a coronar el pico, donde no nos demoramos mucho. El último paso hasta la cima es algo complicado por la presencia de hielo. Bajamos de nuevo hasta la cruz y sin más demora continuamos raudos y ateridos de frío hacía el Nacimiento del Duero. En ese tramo se acumula gran cantidad de Nieve.
Continuamos sin parar en las fuentes del Duero, dadas las malas condiciones del día, y seguimos descendiendo con buen ritmo por la senda del Duero hacia Peñas Blancas, donde hacemos la habitual parada para reagruparnos y reponer líquidos. Hasta aquí vamos bien de tiempo, es buen momento para descorchar las botellas de espumoso que habíamos traído para lo ocasión, haciendo un brindis tardío por la aventura.
Y como el momento es propicio montamos el Belén porque... ¡siempre hay que montar el Belén!, villancicos incluídos claro está, y sin más público que nosotros mismos y las cuatro avecillas que por allí pasaban.
Ahora ya con calma seguimos hacia el bunker y luego por la pista, que en esta ocasión encontramos muy embarrada, hasta el cruce con la otra que se dirige al paraje de Castroviejo. Allí el autobus nos recoge y después de cambiarnos y asearnos vamos sin titubeo a Duruale y el hotel casa rural Rómulo a disfrutar de su conocida y reparadora comida. Comida con animadas conversaciones y anécdotas, risas y villancicos. Y a media tarde de nuevo vuelta a nuestros pueblos. Un año más -esta vez con algo más de dificultad y adversidades- ¡objetivo cumplido!.
Y recuerda... que entra la Nochebuena y el fin de año, tendremos nuestra también muy tradicional ruta social navideña, desde Casarejos hasta Ucero con visita al Castillo Templario: el lunes 29, ¡con extra de villancicos!
Y por último... desde el Club de Montaña SanBur os deseamos una muy...
¡Feliz Navidad!
¡Salud y montaña!
D Alonso diciembre 25










¡Eseeee juglar, gran relato David!!!
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