miércoles, 22 de agosto de 2012

Travesía de Cavalls del Vent, parque del Cadí-Moixedó (III)

Pateando el parque natural del Cadí-Moixedó: Travesía de Cavalls del Vent (día 3).

Entrega 3 de 5. Del refugio de Prat de Aguiló al refugio de Sant Jordi. Otra etapa reina.

Sábado 4 de Agosto de 2012
  • Caminantes: Vidal (capitán), Ana, Carmen, Lucía, Víctor, Marina, Jose María (sector cabrejano), Edmundo (sector cabrejano), Miguel, Jesús (sector Bur), Agustín (sector jatupei), Toño (sector jatupei), Charli (sherpa, sector jatupei), David (becario fotógrafo), Alberto, Vidi, Sergio, Germán (sector jatupei), Barbis (sector jatupei) y Angel (sector jatupei).
  • Distancia pateada: 24.42km en 9h y 15min.
  • Salimos desde... el refugio de Prat de Aguiló a las 08:15h.
  • Llegamos al... refugio de Sant Jordi a las 17:30h.
  • Desnivel acumulado: 690m cuesta arriba y 1470m cuesta abajo. *
  • Vencedor de la etapa: Vidi.
  • Nivel de conocimiento del Catalán: 0.012%.
* Datos recogidos del GPS de Jose Mª Villares.

A pesar de la paliza del día anterior nos levantamos de buen ánimo para caminar, y más aún después de un generoso desayuno, claro. Al salir había un resplandeciente cielo azulado sin presencia de nubes.

El comienzo de la jornada fue exigente. Debíamos subir desde Prat de Aguiló a unos 2010 msnm hasta el paso de Gosolans a 2430 msnm. La ascensión discurría por un pequeño sendero en zigzag. Magníficas vistas de la parte norte de la sierra del Cadí con Prat de Aguiló al fondo. Nos llevó poco más de 1 hora, ya que a las 9 y 25min ya estábamos todos arriba.

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de Prat de Aguiló al paso de Golosans.

Tras parar unos minutos para recuperar fuerzas y estudiar el mapa, continuamos siempre en dirección sur por una planicie bastante desolada y rocosa hasta el Clot del Palomar, donde cambiamos de dirección al SO y comenzamos a descender por la llamada Serra Pedregosa. Un grupúsculo de rezagados hicimos una rápida parada para beber un poco de vino y comer un bocado (había que aligerar peso). De frente al sur se veía la imponente silueta del Pedraforca. Continuamos la bajada por el prat Llong y el sendero en zigzag nos llevó entre pinos negros y boj hasta el prat Secarrat; Seguimos hasta el prat Toixones (1941 msnm) y aquí nos incorporamos a una ancha pista: la ruta de Cavalls indicaba que debíamos girar a la derecha y seguir hacia el refugio de Lluis Estasen, pero nosotros giramos a la izquierda, atajando hacia el coll de la Bauma -por el GR 107 - GR 150- y salvando así unos kilómetros de la travesía.

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Bajando por el Prat Llong.

Caminamos por el firme sin dificultades de la pista durante casi 2 horas; la marcha era monótona e hicimos una parada de unos 20 minutos para descansar un rato; nos pusimos en pie de nuevo y seguimos por la pista, con el macizo del Pedraforca siempre a nuestra derecha. Justo a la 1 de la tarde alcanzamos el Coll de la Bauma.

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Por el GR-107 hacia el Coll de la Bauma.

Elegimos seguir por la pista un rato más, hasta el collado de la Bena. Al llegar al collado retomamos de nuevo las señales del GR 107 - 150 que nos llevaron por un sendero estrecho que discurría junto a una torrontera; Nos adentrabamos en la umbría de Murcarols donde crecía una enorme variedad de vegetación: pinos silvestres, boj, avellanos, serbales, y otros muchos tipos de árboles y arbustos y bichos revoloteando alrededor.

Tras unos largos minutos bajando por la empinada senda, nos cruzamos con el torrente de Prat del Rei; eran las 2 y media y paramos para comer, agrupándonos junto al riachuelo que discurría por el torrente.

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Parada para comer.

Tres cuartos de hora más tarde aproximadamente continuamos la marcha. El sendero nos llevó hasta el collado de Murcarols donde volvimos a incorporarnos a una pista. Al rato dejamos esa pista y nos desviamos a otro sendero pasando junto a una masía abandonada. Un poco más adelante volvimos a coger otra pista -hacia la derecha- que discurría junto al río Bastareny. Pasamos al lado del molino del Puig y un puente que cruza el río. Justo nada más pasar el puente dejamos la pista a la izquierda y tomamos un sendero donde comienza la subida final al refugio de Sant Jordi.

Tradicional suelta de galgos. Estabamos a unos 900 msnm de altitud y había que remontar más de 650 para alcanzar el refugio. Los más jovenes del grupo, y algunos de los no tan jóvenes, se lanzaron con entusiasmo a completar los kilómetros restantes de la jornada. Se subía primero por el torrente del Forat. El sendero se adentró por una zona sombría y humeda, entre una poblada vegetación de pinos y encinas. Cruzamos por el puente de Els Empredats al otro lado del torrente. Atravesamos varias veces su cauce y subimos por los saltos de agua. Había pozas en varios sitios. Alguien decidió tomarse con calma la subida y en alguna de ellas se quedó a probar la temperatura del agua.

Subiendo por el torrent del Pendís.

Continuamos la ascensión. Dejamos a un lado el torrente del Forat y el sendero subía haciendo zigzag hasta llegar al llamado estrecho d'Escriu, para luego adentrarse en un hayedo. Ganábamos altura ahora remontando el torrente de Pendís (que sube hasta el collado de Pendís por el que pasamos el día anterior). Tras atraversar varias veces el torrente, el camino se adentró en un pinar y poco rato después salió a un claro donde nos topamos con un cartel. Un poco más arriba se encontraba el refugio de Sant Jordi.

En el refugio de Sant Jordi (1565 msnm).

El primero en alcanzar el refugio fue Vidi a las 17:15h más o menos, seguido de Germán; los demás fuimos llegando al rato, cada uno a nuestro ritmo. Como hicimos el día anterior nada más acabar la caminata aparcamos las mochilas, nos relajamos, hicimos unos estiramientos, unas sentadillas a la manera de Charli y nos bebimos unas cuantas cervezas -o aquarius, según el caso-. Tras instalarnos en las habitaciones y cenar, ocupamos nuestro tiempo con unas partidas de cartas -mus y guiñote, lo habitual-. Anocheció y de ahí nos fuimos a los sacos de dormir.... La noche transcurrió sin incidentes salvo por los inevitables ronquidos y el ruido de un reloj que tuvo la poca delizadeza de ponerse a sonar a las 4 de la mañana.

Y este ha sido el relato de la tercera jornada de la travesía de Cavalls del Vent, una etapa dura aunque no tanto como la anterior. Al día siguiente nos esperaba la última jornada. Ya nos quedaba poco para dar por finalizada la travesía.

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